Pegando la vuelta. Regresar a casa tras un viaje largo
A muchos de nosotros nos resulta difícil enfrentar el regreso después de vivir experiencias intensas, especialmente si el viaje ha durado varios meses. En otra ocasión, compartimos las etapas del shock cultural, y en esta entrada reflexionamos sobre la fase final: el regreso.
Existe una teoría que describe una depresión post-viaje, una sensación que surge al volver de un viaje y que se manifiesta a través de sentimientos como angustia, tristeza, encierro y desconcierto al reintegrarse a la rutina, ya sea en la universidad o en el trabajo.
Generalmente, al regresar de un viaje largo, experimentamos cambios significativos en nosotros mismos. No volvemos siendo los mismos, ya que hemos crecido, aprendido y madurado. Hemos conocido nuevas formas de vivir, hecho nuevos amigos y vivido muchas experiencias nuevas. Al regresar, esperamos que todo sea diferente. Inicialmente, disfrutamos de ser el centro de atención, compartimos regalos, disfrutamos de comidas típicas y nos reunimos con familiares y amigos que extrañamos, pero ese momento de «estrellato» se desvanece, y la rutina se instala, generando un choque. Es crucial levantar la cabeza y seguir adelante, aprovechando lo aprendido para continuar con la facultad, seguir los objetivos de estudio y proyectar el futuro.
Entendemos que es difícil expresar lo vivido, ya que son más sentimientos que palabras. En un Work and Travel, por ejemplo, donde la intensidad diaria es abrumadora y todo es nuevo, el regreso significa volver a la quietud y tranquilidad del hogar y la rutina. Acá algunos consejos para sobrellevar el regreso:
- Compartir con tus familiares: Tus familiares pueden estar cansados de escuchar tus experiencias, sin embargo, compartir historias y anécdotas puede ayudarte a expresar lo que sientes y sentirte menos afligido.
- Reencontrarte con tus compañeros de viaje, «Keep in touch»: Aquellos que vivieron con vos la misma experiencia se convierten en amigos duraderos. Reunirse para recordar momentos, compartir fotos y, por qué no, planificar el próximo viaje, puede ser muy gratificante.
- Planifica tu próxima aventura: Ilusionarte con el próximo viaje y trabajar pacientemente para conseguirlo puede ser la mejor manera de superar la sensación de retorno.
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